lunes, 25 de febrero de 2013

Editorial





En los últimos años, hemos visto el enorme cambio de Latino América. Esta enorme y valerosa tierra, trata y seguirá en su camino hacía la emancipación definitiva de los Estados Unidos y de Europa, con el nacimiento de la Escuela Latina, le ha apuntado a un nuevo sistema económico y político, en algunos países como el Brasil y Venezuela, vemos como ha tenido ese modelo socialista que influenció mucho a esta gran escuela, un modelo Latino que coloco adelante las necesidades y preocupaciones de los de esta tierra.

Podemos observar que el socialismo es la única salvación del mundo y más para los países que ahora gracias al maldito capitalismo esta en crisis, Marx en "El capital" predijo que "el capitalismo estará cavando su propia tumba". Todo esto se puede observar en la crisis Europea, donde se ha congelado parte de los sueldos de los trabajadores, en la crisis sanitaria y la educación.













Para un país como el nuestro Colombia donde los medios de comunicación son manipulados por algunos entes económicos, y donde el país ha vivido una violencia por más de 50 años, se puedo observar toda esta lucha, la cual habla la Escuela Europea donde se lucha por las clases sociales y la igualdad, también se puede observar parte de las teorías de la Escuela América, donde parte de los medios de comunicación impacta en las Masas colombianas   
intentando imponer su sistema de hegemonía.


                                  

Nuestro labor como comunicadores sociales, y el labor de la Escuela Latina es aportarle a la sociedad por medio de la comunicación, la libertad de expresión y libertad político-económica de la misma. No permitir que el consumismo nos siga acabando y mucho menos que nos gobierne por medio de sus influencias otros gobiernos extranjeros. Vemos o reflejamos parte de esta critica en la misma teoría critica, donde los dueños de la "sociedad" controlan a su acomodo, la cultura, el libre mercado y la economía, que como el mismo Marx la declaro la economía es base de la sociedad.


   





Panorama Histórico La investigación Latinoamerica










Panorama Histórico

La investigación latinoamericana en el campo de las ciencias de la comunicación conmemora su cincuentenario enfrentando nuevos desafíos. El principal de ellos es su legitimación en el espacio académico. A pesar de que las universidades del Sur de América han acogido investigadores en centros de investigación de los procesos comunicacionales desde los años 60, solamente ahora, en este final de siglo, ellos conquistan el debido reconocimiento institucional. Las primeras investigaciones de comunicación en América Latina surgen en ambientes típicamente profesionales. Son demandadas por las emergentes industrias culturales y constituyen factores decisivos para la formación de las primeras agencias privadas dedicadas a estudios de opinión pública, audiencia de los mas media o persuasión de los consumidores.

Mas también son estimuladas por las polémicas que surgen en las asociaciones periodísticas, encargando a algunos publicistas eruditos a explorar los documentos disponibles sobre la memoria de campo, en su dimensión socio-política. Como resultado de esto, se producen ensayos de gran valor histórico para la identificación de fronteras profesionales. O se elaboran perfiles biográficos de sus autores privilegiados.

En el caso brasileño, por ejemplo, hay dos marcos cronológicos: la publicación, en 1945, del primer sondeo electoral, hecho para el IBOPE -Instituto Brasileiro de Opinião Pública e Estatística- y el lanzamiento, en 1946, del primer ensayo sistemático sobre imprenta y periodismo, escrito por Carlos Rizzini, con el título "O livro, o jornal e a tipografia no Brasil" ("El libro, el periódico y la tipografía en Brasil").

Desde entonces se acumulan conocimientos nuevos sobre los fenómenos de interacción simbólica, mediados por los media. Pasa así a respaldar las decisiones sobre inversiones publicitarias o a servir como parámetros para la institucionalización de la representación política en varios países. El ambiente favorece la difusión en todo el continente de las ideas modernizadoras que caracterizan el período posterior a la II guerra mundial.

Los investigadores profesionales, generalmente llegados de las carreras de sociología, psicología o economía, se dedican a formular estrategias industriales o político-aleatorias.

A su vez, los investigadores diletantes, legitimados por la actividad periodística o artística, escriben ensayos caracterizados por el rigor documental, adjuntando al debate público temas de comunicación política. Sus análisis privilegian, casi siempre, los intentos de las burocracias estatales o de las oligarquías partidarias para controlar los flujos informativos y, por esta vía, dirigir la opinión pública.




El Papel de las Universidades

Las universidades ingresan tardíamente en tal escenario. Esto ocurre solamente a mediados de los años 60, cuando las primeras escuelas de periodismo se amplían para agregar las carreras conexas de publicidad, relaciones públicas, cine, radio y televisión. La creación de las modernas escuelas de comunicación social en las principales ciudades latinoamericanas siempre significa su compromiso con a investigación.

Estas generalmente se dedican a tareas exclusivas de formación profesional, diseminando los resultados de las investigaciones hechas por la industria o polemizando las reflexiones ensayísticas producidas por los intelectuales de renombre.Pero se registran iniciativas prometedoras, responsables de la instalación casi simultanea, en Venezuela y en Brasil, de nuestros centros pioneros de investigación científica sobre la comunicación de masas. Me refiero al Instituto de Investigaciones de la Prensa, fundado por Jesús Marcano Rosas en la Universidad Central de Venezuela, y al Instituto de Ciências da Informacão, fundado por Luiz Beltrão en la Universidad Católica de Pernambuco.

Con todo, el mayor estímulo a la investigación académica provendrá del CIESPAL, el Centro de Estudios Superiores de Comunicación, creado por la UNESCO, en Quito, Ecuador. Allí actuarán como difusores de las ciencias de la comunicación personalidades paradigmáticas como los norteamericanos Wayne Danielson, Wilbur Schramm, Raymond Nixon, John McNelly, Paul Deutschmann, los franceses Jacques Kayser, Jacques Godechot, Joffre Dumazedier y Jacques Leauté, el alemán Gerhard Maletzke, el español Juan Beneyto, el belga Roger Clause, el italiano Rovigati, el ruso Kachaturov, etc. A ellos se agregan los promeros investigadores latinoamericanos, como Danton Jobim, Luiz Beltrão, Edgardo Ríos, Ramón Cortez Ponce, Jorge Fernández y Ramiro Samaniego.

Se trata de una institución que realiza directamente muchos proyectos descriptivos o interpretativos sobre las estructuras comunicacionales, a nivel continental. Estas investigaciones pasan a ser reproducidas en algunas escuelas de comunicación nacionales o locales, por los egresados de los cursos de postgrado allí realizados anualmente. No obstante, no asume una dimensión permanente, figurando mucho más como estudios episódicos,ocasionales.

Como este período coincide con la coyuntura de la guerra fría y coincide con el lanzamiento de la campaña de los países tercermundistas en busca de un nuevo orden internacional, no es extraño que aparezcan en la América Latina algunos centros de investigación que asuman tales perspectivas de análisis. Estos se dedican a repensar las políticas de comunicación y el papel que desempeñan los medios masivos en la formación de la consciencia política de los ciudadanos. Tales investigaciones macropolíticas o microideológicas representan la tendencia hegemónica de los proyectos subsidiados por los fondos internacionales que actúan durante los años 70 y 80.

El instituto pionero es el CEREN -Centro de Estudios de la Realidad Nacional, en el Chile de Allende, donde pasan a actuar líderes del porte de Armand Mattelart y Paulo Freire. También destaca el ILET -Instituto Latinoamericano de Estudios Transnacionales- en México, un núcleo extremadamente activo de exilados de las dictaduras latinoamericas, como los chilenos Juan Somavía y Fernando Reyes Mata, los argentinos Héctor Schmucler y Mabel Piccini, el peruano Rafael Roncagliolo. Y también el ININCO -Instituto de Investigaciones de la Comunicación- de Venezuela, liderado por Antonio Pasquali y contando con la participación de Oswaldo Capriles, Eleazar Díaz Rangel, Héctor Mujica.

Vale la pena destacar también algunos centros dotados de perfil más regional, como el CELADEC -Comisión Latinoamericana de Evangelización Cristiana- de Perú, el Centro Gumilla, en Venezuela, o CEMEDIM -Centro de Estudio de los Medios Masivos-, en Cuba.

El trabajo investigativo de todos ellos encuentra fuerte resonancia en todo el continente, en un período caracterizado por la búsqueda de alternativas comunicacionales o por la construcción de políticas democráticas de gestión de los medios masivos. Confluyen en sus marcos teóricos dos paradigmas dominantes: la teología de la liberación y la denuncia del imperialismo cultural.

Son tesis que se proyectan con intensidad en las comunidades académicas constituidas en torno a las escuelas de comunicación, que también asimilan los postulados estructuralistas, inclusive los de fundamentación marxista. También están presentes, pero con menor impacto intelectual, las metodologías heredadas del funcionalismo norteamericano. Mas, sin olvidar la corriente que más fascina a los emergentes científicos latinoamericanos de la comunicación, que es la teoría crítica de la Escuela de Frankfurt, potenciando su vertiente profundamente negativista.



Globalización Y Regionalización

Mas esa tendencia no corresponde a la postura de toda la comunidad académica latinoamericana en el campo de la comunicación. Traduce con mayor nitidez el comportamiento de los investigadores que se encontraron con las angustias del período de la guerra fría. En contrapartida, se proyecta ahora una nueva generación de jóvenes comunicólogos que tratan de preservar las utopías asimiladas de las enseñanzas de sus maestros. Pero asumen al mismo tiempo una conducta pragmática, desarrollando prácticas investigativas referenciadas por el nuevo contexto histórico y por las demandas sociales.

Eso también se revela con nitidez en los cuatro congresos promovidos por ALAIC, Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación: São Paulo (1992), Guadalajara (1994), Caracas (1996), Recife (1998). Crece el número de investigadores jóvenes que, sin perder el rigor científico, mantienen el compromiso ético de transformar la sociedad para atender al interés público.

Conclusión


El estadio que actualmente vive la investigación en comunicación, particularmente en Brasil y en general en la América Latina, no puede ser completamente avalado sin considerar el legado recibido de las universidades norteamericanas, así como en relación con las universidades europeas. Desde 1934, cuando se instala el primer curso superior de periodismo en la Argentina, la cooperación norteamericana fue decisiva para la determinación de su estructura. A fin de cuentas, no era sensato ignorar la experiencia acumulada, durante más de 20 años, en instituciones pioneras como las escuelas de periodismo de Columbia y de Missouri.

Esa cooperación se intensificó a partir del fin de la segunda guerra mundial, cuando las Américas dan los primeros pasos para la integración económica del continente. Una escuela paradigmática como la de la Universidad Central de Venezuela contaba, ya en 1946, con asesoría norteamericana. Pero fue sin duda después de la creación de CIESPAL en 1959, cuando ese flujo adquirió su curso natural, minimizando las mediaciones gubernamentales y privilegiando el intercambio entre universidades, fundaciones, institutos de investigación. Sus embajadores fueron los científicos como Wayne Danielson, que dieron cursos y orientaron investigaciones en el centro internacional instalado por la UNESCO y por la OEA, en Quito. Ellos aportaron contribuciones relevantes para sedimentar las bases da aquel movimiento que posteriormente asumiría fisionomía propia, o sea, la Escuela Latinoamericana de Comunicación.

Mezclando los paradigmas norteamericanos a los postulados europeos y adaptándolos a las condiciones peculiares de nuestras sociedades y a nuestras culturas fue posible superar las dicotomías entre metodologías cuantitativas y cualitativas, entre investigación crítica e investigación administrativa. Construimos una vía latinoamericana para estudiar e interpretar los procesos comunicacionales, anticipándonos tal vez a la superación de los tabúes impuestos por la guerra fría y por las barreras creadas entre las humanidades y las ciencias sociales.



Escuela Latina En La Actualidad

                   
                                



Nuevas líneas de investigación en comunicación

Los retos y desafíos de la comunicación en el nuevo orden multipolar, conformado por bloques de países que se agrupan sobre la afinidad de diversos intereses y coincidencias, es vital; más aún si se considera que los problemas mundiales se caracterizan por los efectos cascada que se generan en cuestión de segundos. El ámbito económico es un claro ejemplo de ello. En este sentido, pensar la comunicación desde la investigación implica abordar, analizar y proponer de manera teórica, pero con alcances prácticos un conjunto de medidas y salidas ante fenómenos, como: el calentamiento global, la des-humanización periódica que trae consigo la vídeovida, la ludopatía, la intolerancia cultural, étnica, religiosa y sexual; el uso de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC) bajo un marco instrumental y, estrictamente, rentista, entre otros. De ahí, la importancia de repensar las nuevas líneas de la investigación en comunicación, en espacios como éste.

Mirada de repaso

Desde la creación de la primera escuela de periodismo en América Latina, en la Universidad de la Plata, Argentina (1934), se evidencian señales contundentes en materia de investigación de la comunicación. Desde esta época se distinguirán tres momentos hasta la actualidad. En el primero (1930-1960), las iniciativas se dirigieron al análisis de los medios, en cuanto a la producción informativa y consumo de las audiencias, bajo un enfoque crítico pero con el uso de metodologías norteamericanas. “De ellos hace parte los pioneros estudios iniciales sobre periodismo, propaganda, cine, opinión pública. Generalmente son profesionales del área que ingresan en el magisterio universitario los que realizan estos estudios, como el cubano Octavio de la Suarée, el brasileño Carlos Rizzini o el ecuatoriano Jorge Fernández”.Desde 1990 hasta la actualidad, la investigación de la comunicación ha girado, se ha transformado, se ha resemantizado debido al aparecimiento de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, al uso y creación de nuevas expresiones culturales, el aparecimiento de innumerables movimientos sociales que tienen particulares maneras de comunicar y los grandes problemas que enfrenta el mundo como se mencionó al inicio. Bajo estas consideraciones, el análisis de discurso de los medios y los efectos en las audiencias sigue siendo importante, pero hay otros elementos que determinan que medios y audiencias tengan otros comportamientos y gramáticas de producción y difusión, así como mecanismos de renovación y distribución como se hablará adelante.

Mirada actual

Para abordar lo que sucede en la actualidad en materia de investigación, cabe decir que desde la puesta en marcha del Consenso de Washington en 1990, los países de la región latinoamericana no solo que giraron, bajo diversas intensidades, sus modelos de economía política hacia el libre mercado, sino que también la academia, en la representación de varias universidades, también volteó su interés hacia carreras de carácter técnico, rentista y pragmático. En este escenario, las Ciencias Sociales sufrieron un duro golpe, pues incluso se habló que los países en vías de desarrollo necesitaban cada vez menos el concurso de profesionales de las Ciencias Sociales, pero más profesionales que propendan a la obtención de recursos económicos, como si lo social no fuera la base de la organización de los pueblos.

Las escuelas y facultades de comunicación fueron muy afectadas con esta corriente en su componente de investigación; sin embargo y de forma paradójica se crearon más escuelas y facultades de comunicación en la región, “En América Latina, según cifras de la Federación de Escuelas y Facultades de Comunicación Social, FELAFACS, hay mil escuelas de comunicación, una cantidad muy grande si se compara con el resto del planeta”. La creación de más centros de formación, no obstante privilegió una comunicación que propende más a lo instrumental, rentista y pragmático. En otras palabras, que genere recursos de forma rápida y sin ningún compromiso a largo plazo. Esta corriente derivó en la creación de nuevas carreras de comunicación.



Propuestas para el nuevo milenio

Ante las demandas sociales del mundo acerca del cambio climático, la investigación de la comunicación debe propender a investigar la relación entre comunicación-sociedad y medio ambiente, desde estudios que determinen como la sociedad desde el uso de sus propias manifestaciones culturales, TIC y medios de comunicación propenden a la preservación, conservación y buen uso de los recursos naturales renovables y no renovables. Todo ello, dentro un marco que se conoce como ahora como ecocomunicación, es decir la relación entre medio ambiente y comunicación.

Frente a la escala de señales de intolerancia cultural, racial, política y religiosa se debe trazar una línea de investigación de la comunicación que permita determinar cómo se puede crear y tender puentes entre las diferentes culturas, sin que ello implique la anulación e imposición de modelos, sino más bien que esto implique la creación de una conciencia antropoética, desde la unidad en la diversidad como explica el pensador francés Edgar Morin.
Un mundo multipolar demanda la capacidad de investigar en la comunicación, las posibilidades que tienen los países de la región para crear un bloque regional y se haga efectiva la integración de la que tanto hablaron los libertadores, desde la puesta en marchas de Sistemas de Información y Comunicación que potencien los rasgos comunes y aprendan desde las particularidades de cada país.

La investigación de la comunicación, entre sus desafíos, debe explorar de qué manera el buen uso de la nuevas tecnologías pueden crear espacios de aprendizaje, intercambio de experiencias y cooperación entre los países de la región, bajo dinámicas de cooperación y complementariedad, asimismo como el buen uso de las TIC puede crear un marco propicio para acelerar el conocimiento y la aplicación de los Derechos Humanos.
La relación entre comunicación y democracia es esencial como tema de investigación, ya que los ciudadanos no solo requieren de información para la toma de decisiones, sino también para instaurar mecanismos de diálogo, participación y acción social, en un marco de respeto, tolerancia, inter-aprendizaje y escucha activa.


sábado, 23 de febrero de 2013

Historia de la Escuela Latina




                    








La escuela latinoamericana de comunicación, es una corriente teórica nueva en este campo. Ya que surgió a mediados del siglo XX, específicamente por los años 60, siendo influida por las corrientes de la escuela europeas-Alemana y la americana. Estos intentos de la escuela Americana tuvieron pocas repercusiones e influencias ya que los separaba principalmente por la barrera del idioma.

La escuela latina de acuerdo a algunos datos recopilados, se conformó con la creación de escuelas de periodismos en argentina y Brasil. De tal forma, los avances en estudios de periodismo influenciaron más esta corriente que otras disciplinas, como la lingüística o la sociología, que han sido determinantes para otras corrientes de estudio.

Uno de los fuertes de la Escuela Latina es que le hace un gran frente muy importante a las influencias político-económicas de Estados Unidos sobre Latino América, porque se interpretó que estas favorecían al actuante emisor sobre el receptor como ente pasivo, y fácil de manipular en un consumo muy alto sobre la información.







Pero a pesar del rechazo a que los Estados Unidos se interesaran en los mass media latinos a través de las influencias del teórico Harold Laswell y sus estudios de propaganda.

El desarrollo de la Escuela Latina, se vio influenciado por las corrientes Europeas del marxismo, gracias a la Escuela Alemana de Frankfurt y el aporte de la religión católica. Ésta específicamente llamada Teología de liberación, así mismo el titular de la cátedra UNESCO de la comunicación; José marques de melo, sostuvo que los estudios de periodismo y la llegada de universidades de América latina para formalizar el sistema de educación, fueron elementos básicos en la creación de los paradigmas de la Escuela latina.






Desde sus inicios la Escuela Latina vio la importancia de crear una investigación sobre los medios de comunicación y sus implicaciones hacia Latino-américa una investigación hacia sus particularidades. Buscando demostrar el imperialismo de Europa y Estados Unidos ante la investigación cultural y de medios sobre la temática latinoamericana vieron la necesidad de hacer pertinente investigaciones en los medios de comunicación por latinoamericanos. En su cimiento tenían la búsqueda de la identidad en el pensamiento latinoamericano lo que llevo a poder crear un compromiso social entre las naciones latinoamericanas. Igualmente cuestionaron a la escuela estadounidense y sus modelos de comunicación impuestos al servicio de grupos de poder económico.




Los modelos foráneos no eran otra cosa más que modelos de dominio por lo que se caracterizaron en utilizar un posicionamiento ético-político en sus investigaciones. Desde sus comienzos trabajaron temas sobre el imperialismo, la liberación de la dependencia investigadora y análisis de la cultura desde un carácter tercermundista. Igualmente para la escuela latinoamericana la comunicación significa una relación de reciprocidad entre el emisor y el receptor siendo importante el dialogo, la participación y el acceso a los medios de comunicación. Su interés por legitimar las investigaciones sobre comunicaciones en las universidades, les llevo a tener un gran auge en los setenta. Dentro de los investigadores más conocidos están. 


Principales Exponentes de la Escuela Latinoamericana 




Néstor García Canclini


Nacido en Argentina en 1939. Estudió letras y se doctoró en 1975 en la Universidad Nacional de La Plata y, tres años después, con una beca otorgada por el Conicet, se doctora en la Universidad de París. Ejerció la docencia en la Universidad de La Plata (1966-1975) y en la Universidad de Buenos Aires (1974-1975). Desde 1990, profesor e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, donde dirige el Programa de Estudios sobre Cultura.

Ha sido profesor visitante de diversas universidades, entre ellas las de Nápoles, Austin, Stanford, Barcelona, Buenos Aires y São Paulo.

Entre sus libros, traducidos a diversas lenguas, Arte popular y sociedad en América Latina, Grijalbo, La producción simbólica. Teoría y método en sociología del arte, Siglo XXI, Las culturas populares en el capitalismo, Nueva Imagen, ¿De qué estamos hablando cuando hablamos de lo popular?, Cultura transnacional y culturas populares, Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad, Grijalbo, Cultura y Comunicación: entre lo global y lo local, Ediciones de Periodismo y Comunicación, Culturas Híbridas.












Jesús Martín Barbero


Nacido en Ávila, España, en 1937. Estudió Filosofía en el Instituto de Filosofía de Lovaina, Bélgica, donde se doctoró en 1971, e hizo estudios de posdoctorado en Antropología y Semiótica en la Escuela de Altos Estudios de París. Director del Departamento de Comunicación de la Universidad del Valle en Cali (Colombia), donde permaneció entre 1975 y 1995. Entre 1999 y 2003 ejerció la docencia en Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, en Guadalajara, México. Ha sido profesor visitante de las Universidades Complutense de Madrid, Autónoma de Barcelona, Standford, Libre de Berlín, King's College de Londres, Puerto Rico, Buenos Aires, Sao Paulo, Lima, etcétera. En 2003, obtuvo la nacionalidad colombiana. Doctor 'honoris causa' por la Universidad Nacional de Rosario (Argentina) y por la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá (Colombia).
Ha sido presidente de la ALAIC (Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación), miembro del Comité consultivo de la FELAFACS (Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social). Es miembro del Comité científico de Infoamérica.

Ha publicado los siguientes libros: Comunicación masiva: discurso y poder, Ciespal, Quito, 1978; Comunicación educativa y didáctica audiovisual, SENA, Cali, 1979; Introducción al análisis de contenido, Incisex, Madrid, 1981; De los medios a las mediaciones, G. Gili, Barcelona. 1987; Comunicación y culturas populares en Latinoamérica, G. Gili, México, 1987;Procesos de comunicación y matrices de cultura, G. Gili, México, 1989; Televisión y melodrama, Tercer Mundo, Bogotá, 1992; Communication, Culture and Hegemony, Sage, London, 1993; Dinámicas urbanas de la cultura, en: Comunicación y espacios culturales en América Latina, Bogotá, Cátedra UNESCO de Comunicación Social, Pontificia Universidad Javeriana, 1994; Pre-textos: conversaciones sobre la comunicación y sus contextos, Univalle, Cali. 1995; Proyectar la comunicación (con A. Silva). Tercer Mundo, Bogotá, Mapas nocturnos, Siglo del Hombre Editores, Bogotá, 1998; Medios, Cultura y Sociedad (con Fabio López), CES/Univ. Nacional, Bogotá, 1998; Los ejercicios del ver. Hegemonía audiovisual y ficción televisiva (con Germán Rey).









Mario Kaplún 

Mario Kaplún nació en Argentina en 1923 y vivió en Buenos Aires hasta 1952 cuando con su mujer, la actriz Ana Hirsz, y su hijo menor deciden establecerse en Uruguay. Desde los 17 años Mario Kaplún empezó a acercarse a la comunicación desde la praxis, más concretamente, haciendo radio-teatro  Su primera experiencia en radio fue a los 17 años, cuando los responsables de Platea Club le permitieron que usara el programa para convocar jóvenes a los foros del Club del Libre Debate que él organizaba en una sala del periódico Crítica. Kaplún trabajó durante un tiempo en un estudio donde se producían radio-teatros  esta experiencia le permitió adquirir la práctica y las herramientas para realizar programas radiales: debía escribir dos guiones por semana, dirigir actores, coordinar técnicos, ensayar, ambientar y salir al aire.

 

 


Ramiro Beltrán


Nacido en Oruro (Bolivia) en 1930, estudió en el Colegio Alemán de su ciudad y, más tarde en La Paz, donde obtuvo el título de Bachillerato en Humanidades en 1948. A comienzos de los 50 estudió técnicas de comunicación en cine y televisión en Puerto Rico y, con posterioridad, amplió su formación en Estados Unidos.

Considerado como el pionero de la Escuela Latinoamericana de Comunicación, es premio de comunicación Marshall McLuhan. Ha sido presidente de la Comisión Nacional Electoral de Bolivia (2000-2002) y actualmente es defensor del lector del grupo de prensa Líder, editor, entre otros, de El Deber de Santa Cruz de la Sierra.

Entre 1954 y 1964 trabaja en diversas naciones de América Latina en proyectos de comunicación en los sectores de la agricultura y la ganadería, a partir de planteamientos que terminarían definiéndose, en términos teóricos, como 'comunicación para el desarrollo'. Beltrán se afianza en sus planteamientos especialmente después de que pasar cinco años en los Estados Unidos, donde se doctoró en Comunicación y Sociología en la Universidad de Michigan e integró a sus inquietudes una sólida formación académica. Allá ha señalado Beltrán fue donde me encontré con las bases de la teorización sobre “comunicación para el desarrollo".







viernes, 22 de febrero de 2013







Introducción 

Latino américa ha pasado por muchas etapas luego de su emancipación de España, ha vivido transformaciones políticas, económicas, culturales, sociales y comunicativas.
Por su parte en Latino américa  a partir de los 60 ha comenzado sus grandes cambios sociales, comunicativos y políticos, su mayor problema había sido ser el patio trasero del mundo, no tener su propia autonomía y su independización de Europa y Estados Unidos.
Esto le creo a esta parte del mundo ser influida en gran parte por los problemas guerreristas en Europa, la 1 y 2 guerra mundial, los conflictos políticos económicos entre el comunismo y el capitalismo.



Los 60 para América Latina, han sido años de crisis y comienzos de dictaduras, problemas sociales, económicos y crisis. Los medios de comunicación comienzan a jugar una parte demasiado importante en esta parte del mundo,  especialmente en sucesos sociales, en los 60 los medios de comunicación comienzan a pertenecer a grandes monopolios económicos. Esto causa gran problemática, ya que no pueden cumplir con el deber de informar adecuadamente a los civiles.

      


Los medios de comunicación hacen parte de las grandes élites que vetan información al público y controlan la información a su acomodo. Los medios de comunicación en Chile por la dictadura estaban vetados para transmitir cierta información a las masas de público, se puede ver mucho aquella manipulación que hace el Estado, sobre la problemática social en la que vivía la gente de esa época.